El sábado vi una película increíble de verdad, y me enorgullece el hecho de que sea mexicana. La mayoría del reparto, exceptuando Barbara Mori, es de desconocidos (o al menos desconocidos para mi). La chica principal es una adolescente que vive en el DF y colecciona cosillas pequeñas que la gente deja olvidada ya sea en donde trabaja ella, o en la calle, o en cualquier lado. Las guarda todas en una cajita: una baraja rota, una flecha de papel decorada, un caballito de mar de origami, etc. La película trata de pequeñas historias detrás de varias cosas que se va a encontrando.Es una película excelente, que te deja pensando en verdad. Altamente recomendable.
Esta película me dejó en mis ponderaciones y debrayes muy intensamente y.. cómo me encantan los detalles pequeños, esos destellos que pasan desapercibidos pero al final del día significaron todo: para bien o para mal. Unas palabritas que dijo un desconocido, una florecita que iba cargando una niña, una mirada simpática de un amigo. Esos detalles son la vida entera. Esos momentos penetran tu ser sin que te des cuenta y se implantan ahí para no salir jamás; en ocasiones nunca nos enteramos de que están dentro de nosotros.
Una sola palabra dicha por la persona adecuada en el momento adecuado puede alegrar tu día, o ensombrecerlo sin más remedio. Todo es cuestión del tiempo. Por un segundo el mundo se para y un extraño te sonríe, y por alguna razón puramente circunstancial, esa sonrisa se vuelve una burbuja gracias a la cual nada te toca a partir de ese instante.
De igual manera, un gesto que uno hace sin percatarse y que para uno puede no significar nada, para alguien puede ser el mundo entero. Una palabra nuestra puede derrumbarlo o devolverlo a la vida. Esa es la magia de estas cosas insignificantes. Son, en realidad, más significativas que muchas otras cosas que tomamos erróneamente por prioridades.
Amaneceres Líricos 