2

TODO VALE

Todo vale. Que liberador y aterrador pensamiento. Dos palabras suponen toda una aventura inacabable, pero también un vacío, un acantilado que sabes que puede existir pero no sabemos qué tan cerca estan nuestros pies de él.
Todo vale. Esta corta oración contiene tímida y cautelosamente muchos sentimientos. Al pronunciarla se siente la brisa de un nuevo mañana, y de repente la energía del universo entero comienza a bombear nuestra sangre.
Todo vale. ¡Que hermoso es el sentir que somos héroes! Es más ligera la pisada cuando se sabe que la meta es alcanzable, y cualquier meta lo es cuando se es el protagonista de una odisea del tamaño de un todo.
Todo vale. Ocho letras que juntas tienen un gran poder, distinto a cualquier otro. Por un momento eres el ser más feliz, más libre, el mejor que ha existido. Se alcanza a ver entre nubes un sol cegador que promete hasta lo imposible.
Todo vale. Aun en su pedestal, esta frase tiene peligros inimaginables. ¿Qué es todo? ¿Como tomas un todo y lo contienes? No se puede ni concebir, y mucho menos aun dominarlo: se nos va de las manos.Todo es nada, en realidad.
Todo vale. Esto implica cualquier tipo de atrevimientos, de confesiones, de decisiones impensables, y no por lo que implican, sino porque aun no implican nada: muchas veces esa implicación está oculta, se difumina en lo desconocido.
Todo vale. Igualdad, libertad, felicidad. Pero nada es real: nada te asegura que ese mar de posibilidades no te encadene a un desierto de incertidumbre. Además, el todo no es el mismo para todos. Aun libres, no somos iguales.
Todo vale. Un problema al que se enfrenta la verdad es que si todo vale, nada importa. No hay jerarquía, no hay un orden por el cual al menos sentir que se controla la vida. Y si perdemos el poder, el todo pierde sentido.
Todo vale. Tenemos un tiempo y un espacio en el que se obedece esta ley. Pero este espacio no lo vemos en su totalidad y el tiempo no es tan extenso como creemos. Cerramos de repente los ojos y nunca pudimos volar.